Bishkek, KIRGUISTÁN (Agencia Fides, 17/07/2017) – En los últimos cinco años, en Kirguistán, el 
salario de los profesores ha aumentado cuatro veces su valor. Y más del 
20% del presupuesto nacional, según las cifras proporcionadas por el 
gobierno, ha sido invertido en educación. Estas son las cifras dadas a 
conocer la semana pasada por el presidente kirguiso Almazbek Atambayev 
durante una ceremonia de premiación a profesores, médicos y funcionarios
 estatales que se han distinguido a nivel nacional el año pasado por su 
compromiso profesional. Durante el acto, según informan en los medios de
 comunicación de Rusia, Atambayev ha querido resaltar que el compromiso 
sustancial de recursos públicos en educación es un punto clave en la 
estrategia para combatir el fanatismo religioso que continúa 
propagándose en la ex república soviética de mayoría islámica: “Hay que 
dejar de hacer daño a la cabeza, mientras se reza, cuando en lugar de 
eso hay que centrarse más en la educación. De esta
manera, no se confundirá la religión con la cultura árabe: el 
Todopoderoso no es árabe ni tampoco kirguiso, es conciencia universal y 
energía”.
Según el informe sobre el terrorismo en Kirguistán, publicado en junio 
de 2016 por el Departamento de Estado de Estados Unidos, en el año 2015 
se estimaron unos 400 ciudadanos kirguisos (incluidas docenas de 
mujeres) que se trasladaron a Siria e Iraq para luchar en las filas del 
Estado Islámico (Daesh).