Quito, ECUADOR (Agencia Fides,  24/07/2017) – El 21 de julio de 1987, lo que parecía un 
encuentro amistoso en una parte de la selva ecuatoriana, (ahora 
provincia de Orellana), se convirtió en una lluvia de lanzas que terminó
 con la muerte de un obispo español y de una religiosa colombiana. Mons.
 Alejandro Labaca Ugarte, O.F.M. Cap., obispo del Vicariato apostólico 
de Aguarico (Ecuador), y la religiosa colombiana la hermana Inés Arango,
 trataban de salvar a las poblaciones indígenas Tagaeri, que vivían en 
aislamiento voluntario, perteneciente al tronco cultural huaorani, de la
 amenaza de incursión de sus tierras por parte de empresas petroleras.
Ese grupo indígena, que rechazaba todo contacto con la civilización, era
 considerado beligerante, pero la experiencia del misionero, que dedicó 
parte de su vida a comprender la cultura y costumbres de pueblos 
indígenas en Ecuador, lo llevó a tratar de realizar un contacto. Por 
desgracia, el encuentro llevó al martirio del obispo y de la religiosa 
que lo acompañaba.
Mons. Alejandro Labaca nació el 19 de abril de 1920 en España y comenzó 
su vida religiosa a los 17 años con los Capuchinos. Recibió la 
nacionalidad ecuatoriana tras trabajar en la selva amazónica desde 1965;
 por 25 años se dedicó al acercamiento con los huaorani y participó en 
los procesos de alfabetización de este grupo indígena. Aprendió su 
idioma, cultura e historia. Con el tiempo tomó la decisión de involucrar
 a las misioneras en esta obra. De este modo la hermana Inés Arango, 
terciaria capuchina, y otras tres religiosas, se unieron a su labor. La 
hermana Ines nació el 6 de abril de 1937 en Colombia y llegó a 
Shushufindi, provincia de Sucumbíos, en 1977.  Acompañaba a Mons. Labaka
 durante sus contactos con las tribus 
En el 30 aniversario de su martirio, la REPAM ha realizado un documental
 con el título “La Vida por la Amazonía” que se puede ver en el sitio http://redamazonica.org.