Caracas, VENEZUELA (Agencia Fides, 18/07/2017) - El Arzobispado de Caracas, el Card. Jorge 
Urosa Savino, “rechaza totalmente el ataque de los grupos armados a los 
ciudadanos que pacíficamente se encontraban participando en la consulta 
popular sobre la Constituyente, así como el posterior asedio a todas las
 personas que se encontraban en la parroquia. El Cardenal Arzobispo de 
Caracas exige al Gobierno que brinde protección policial a los 
sacerdotes, diáconos y seglares que con dedicación y generosidad 
trabajan al servicio del pueblo de Catia. Y que cese absolutamente la 
violencia contra el pueblo venezolano”. Así está escrito en un 
comunicado dado a conocer por la Arquidiócesis de Caracas, enviado a la 
Agencia Fides, en el cual se reconstruyen los acontecimientos del pasado
 domingo, 16 de julio, en la localidad de Catia, al noroeste de la 
capital. 
El domingo unos 7 millones de venezolanos participaron en el referéndum 
“simbólico” convocado por la oposición, sobre la Asamblea Constituyente 
planteada por el presidente Nicolas Maduro, en un clima de tensión e 
intimidación. El 98,4% de los venezolanos votó en contra de los planes 
de reescribir la constitución.
De acuerdo con la nota Arquidiócesis, el domingo, 16 de julio fiesta de 
la Virgen del Carmen, el Card. Urosa Savino a medio día fue a la 
parroquia de Nuestra Señora del Carmen en Catia, para celebrar la fiesta
 patronal, como cada año. Después de la Misa saludó a algunos de los 
feligreses y luego pasó a la Casa Parroquial para reunirse con los 
sacerdotes y diáconos de la parroquia. Sucesivamente fueron informados 
que grupos motorizados estaban hostigando a los ciudadanos que 
participaban en la consulta popular cerca de la iglesia pero no en los 
locales parroquiales.  Estas personas se refugiaron en la iglesia y poco
 después se escucharon dos ráfagas de cuatro disparos cada una. Luego se
 supo que una persona había resultado muerta y otras heridas.  
El grupo violento siguió hostigando a los refugiados en la Iglesia y 
hubo que cerrar las puertas de la misma para protegerlos. Los atacantes 
impedían la salida de las personas refugiadas en la parroquia.  Ante la 
gravedad de la situación, el Cardenal solicitó la intervención de las 
autoridades, mientras el párroco, pedía a algunos del grupo de agresores
 el cese del asedio, reiterando que las instalaciones parroquiales no 
habían sido prestadas para la consulta popular, pero sin resultado. 
Hacia las 14,40 llegó la policía y las autoridades que permitieron salir
 a las personas refugiadas en la iglesia gracias a los vehículos 
proporcionados por las fuerzas de seguridad.
“El último en retirarse de la Iglesia luego de casi tres horas de asedio
 ilegal – concluye la nota - fue el Cardenal Urosa, quien antes de 
retirarse agradeció a las autoridades policiales su cooperación y les 
solicitó resguardar la seguridad de los sacerdotes, diáconos y personal 
de la Parroquia del Carmen. Algo que se comprometieron a hacer”.