Abuja, NIGERIA (Agencia Fides, 26/07/2017) - “La violencia y la destrucción de las tierras 
agrícolas causada por los pastores nómadas se han convertido en un 
problema que no debe pasarse por alto, sobre todo en el Middle Belt”, 
afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides por la Comisión 
Episcopal Justicia y Paz de la Provincia Eclesiástica de Benin, en el 
sur Nigeria.
La Iglesia Católica lleva tiempo 
denunciando la violencia y el daño causado por los pastores Fulani, que 
en sus migraciones de norte a sur, invaden los campos de los 
agricultores sedentarios. Un conflicto antiguo, pero que es probable que
 termine asumiendo una connotación religiosa, ya que los Fulani (o peuls
 como se les conoce en los países vecinos) son musulmanes y los 
agricultores, en general, son cristianos.
Justicia y Paz expresa sus preocupaciones sobre la Ley federal que 
otorga a los pastores nómadas reservas de pastizales en terrenos 
baldíos, porque considera que “cada miembro de la Federación debe tener 
la facultada de prohibir el pastoreo en terrenos baldíos, especialmente 
en las regiones del sur donde el pastoreo no se ha propagado”.
“Por ello, recomendamos a todos los estados del sur de Nigeria que 
promulguen una ley que establezca la prohibición del pastoreo” continúa 
el documento. 
“Condenamos enérgicamente los asesinatos y ataques a personas y tierras 
cultivadas e invitamos al gobierno federal a abordar la cuestión, 
deteniendo a los responsables de delitos como una medida disuasoria”.
Justicia y Paz por último expresa su preocupación por “el aumento del 
tráfico de seres humanos” y pide sentencias ejemplares para los que 
realizan “este comercio deshumanizante” con el fin de servir como 
elemento de disuasión a otros traficantes o aquellos que podrían estar 
tentados de participar en el tráfico.