San Juan, PUERTO RICO (Agencia Fides, 19/07/2019) – La publicación de 900 páginas de un "chat
privado", que informa de las conversaciones entre el gobernador Ricardo
Roselló y sus ministros entre noviembre de 2018 y enero de 2019, donde
se burlan e insultan a las mujeres, los grupos homosexuales, los obesos,
a las personas con capacidades diferentes, a los enfermos, incluso a
los muertos, ha provocado una protesta general en un país en crisis ya
desde hace algún tiempo. Los mensajes publicados son ofensivos,
misóginos, burlones, homofóbicos y discriminatorios con respecto a
políticos, periodistas y celebridades. Los textos de las
conversacionales, tomados de la aplicación de mensajería Telegram,
fueron difundidos por el Centro de Periodismo de Investigación de Puerto
Rico.
El gobernador, con un acto público, informó que eran "conversaciones
privadas", pero cuando la gente ha visto todas las declaraciones
negativas, incluso con frases muy ofensivas, sobre los sindicatos, éstos
se unieron y tomaron las calles. Ayer más de 100 mil personas solo en
la capital organizaron una manifestación contra el Gobernador. Un grupo
de manifestantes se dirigió al edificio del gobernador para realizar una
protesta silenciosa y honrar a las víctimas del huracán María, que
sacudió a Puerto Rico hace un año. Nadie sabe exactamente cuántas
personas murieron durante el huracán, ya que el gobierno manejó toda la
información relevante, incluida la ayuda. Se estima que ha habido
alrededor de 4.650 muertes o incluso más. Los chats publicados también
presentan frases irreverentes sobre los cadáveres que aún se encuentran
en la morgue desde esa catástrofe.
Otra razón que desencadenó la protesta popular es la gestión criminal de
las adquisiciones oficiales descubierta en este chat. De hecho, los
puertorriqueños han estado sufriendo durante mucho tiempo la permanencia
en la isla a pesar de los impuestos, el alto costo de la vida y la
inexistencia de servicios sociales básicos.
La Conferencia de Obispos de Costa Rica ha anunciado, a través de una
declaración firmada por todos los Obispos, que su participación para
acompañar el Diálogo Nacional entre el Gobierno y la sociedad civil
cesa: "Hemos respondido completamente - se lee - a la solicitud recibida
de varios sectores sociales y el gobierno para acompañar el diálogo
social entre las partes. Al comenzar este diálogo, confiamos en que el
proceso se fortalecerá y conducirá a acuerdos. Por nuestra parte,
informamos a la comunidad nacional que nuestra participación cesa como
garantes de este proceso".
Solo Mons. Javier Román Arias, Obispo de Limón, para el diálogo en el
sector del transporte, y Mons. Óscar Fernández Guillén, Obispo de
Puntarenas, con los pescadores continuarán desempeñando el papel de
testigos. Los Obispos concluyen: "Agradecemos a Dios por la buena
disposición de las partes para ver en el diálogo el camino hacia la
solución de conflictos y agradecemos al Gobierno de la República ya los
grupos sociales involucrados la confianza depositada en nosotros".
Las últimas agencias informan varios enfrentamientos violentos entre los manifestantes y la policía ayer por la noche.