Karachi, PAKISTÁN (Agencia Fides, 19/07/2019)- “Apreciamos los esfuerzos del Primer Ministro
Imran Khan por motivar y alentar a los ciudadanos a pagar sus impuestos
con regularidad. Esta honestidad generará unos ingresos que el gobierno
podría usar para las personas menos afortunadas”. Es lo que narra a
Fides el padre Richard D'Souza, un sacerdote de la archidiócesis de
Karachi, sobre los recientes llamamientos del Primer Ministro Imran
Khan, quien insta a los empresarios, a los industriales y a todos los
ciudadanos a no evadir impuestos. “Por supuesto, el ejecutivo debe
garantizar que el dinero se utilizará en beneficio de los pobres y
necesitados del país”, asegura recordando el flagelo de la corrupción:
“Si hay empleados corruptos en la oficina del Consejo de Ingresos
Federales, se deben tomar medidas estrictas contra ellos”. El sacerdote
señala: “El pago de impuestos seguramente ayudará a que nuestro amado
país florezca. Cada empresario o industrial debe ser honesto en
el pago de impuestos. Pero al mismo tiempo, la honestidad de la oficina
del gobierno también es necesaria”.
El Primer Ministro Imran Khan se reúne estos días con empresarios,
comerciantes e industriales en varias ciudades de Pakistán para escuchar
sus preocupaciones sobre el sistema tributario, instándolos a
“contribuir a la prosperidad del país”.
En una reunión celebrada en la Cámara de Comercio de Gujranwala el 17 de
julio, Imran Khan, dirigiéndose a los participantes, dijo: “Debemos
cambiar la mentalidad porque el país ya no puede funcionar de acuerdo
con los patrones anteriores. Es muy importante ampliar la red
tributaria. La gente ha tenido experiencias amargas en el Consejo de
Ingresos Federales pero ahora la Oficina ha sido reformada y esperamos
que todo funcione para bien”. El Primer Ministro aseguró además: “No
tenemos suficientes recursos financieros para garantizar escuelas,
universidades y hospitales”, todos los servicios que el estado puede
garantizar gracias a un sistema fiscal justo. “En los países avanzados,
-dijo el Primer Ministro en otra intervención en la televisión-, el
dinero recaudado a través de los impuestos se gasta en el bienestar de
las personas y esta es la razón por la cual el gobierno confía en que el
pueblo de Pakistán contribuya regularmente”.
Rasheed Gill, un católico y conocido activista de derechos humanos, dijo
a Fides: “Más del 50% de la población pakistaní vive por debajo del
umbral de la pobreza. El gobierno debe trabajar para obtener la
contribución fiscal adecuada de las industrias, fábricas y empresas
tomando las medidas adecuadas para cobrar una tributación justa,
proporcional a los niveles de ingresos”.
Gill concluye: “Estamos esperando que el ejecutivo realmente actúe por
el bienestar de los pobres. Muchas personas trabajan por salarios bajos y
a las empresas que pagan estos salarios hay que solicitarles que paguen
el salario mínimo fijado por el gobierno”.