Buenos Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 29/07/2019) – "Pidamos al Dios de la vida el valor y la
disposición para escuchar el grito de tantos hermanos y hermanas
privados de su dignidad y de su libertad, y de acompañarlos, defenderlos
y solidarizarnos con ellos buscando caminos para una solución rápida y
duradera a este crimen". Este es el llamamiento lanzado por la Comisión
Episcopal para la Pastoral de los Migrantes e Itinerantes (CEMI) de la
Conferencia Episcopal Argentina para el Día Mundial contra la Trata,
convocado por la ONU el 30 de julio.
En el texto recibido por la Agencia Fides, titulado "La trata de seres
humanos perjudica gravemente a la humanidad", los obispos señalan que
"los protagonistas religiosos, políticos y sociales en su conjunto están
llamados a compartir experiencias y conocimientos y a unir sus fuerzas
en una acción sinérgica que implique a los países de origen, de tránsito
y de destino de las víctimas de la trata de personas, con el fin de
garantizar resultados más efectivos y duraderos".
La trata de personas "es uno de los aspectos más oscuros de la historia
contemporánea, un fenómeno que desgraciadamente aún persiste
trágicamente hoy. La trata humilla a millones de seres humanos en
diferentes formas y situaciones, especialmente a los más vulnerables de
la sociedad. Es una violación degradante de la dignidad y los derechos
humanos de hombres, mujeres, niños y niñas". La Comisión Nacional de
Justicia y Paz, el grupo ‘No a la Trata’, convocó en 2013 a diversas
instituciones involucradas en la lucha contra la trata y la explotación
de personas con el fin de formar un equipo que uniera fuerzas para
coordinar acciones, compartiendo una agenda común. En este contexto y
con el fin de sensibilizar y hacer visible el delito de la trata, cada
año se promueve un evento este día centrándose en un aspecto específico
de esta práctica delictiva.
Este año el tema elegido para el encuentro es ‘La prostitución no es un
trabajo’. Después seguirá la proyección del documental ‘Yo,
abolicionista’, en el que una actriz interpreta a una mujer que ha caído
en la red de la trata y se ve obligada a prostituirse, al que seguirá
el debate.
Según las estimaciones de las distintas oficinas de las Naciones Unidas
que se ocupan del fenómeno, más de 45 millones de personas en todo el
mundo son víctimas de la trata, en todas sus formas, pero la realidad es
probablemente aún más dramática. Por voluntad del Papa Francisco, desde
2015 la Iglesia católica celebra cada año la ‘Jornada Mundial de
Oración y Reflexión contra la Trata de Personas’ el 8 de febrero, fiesta
litúrgica de Santa Josefina Bakhita, monja sudanesa que de niña sufrió
la trágica experiencia de ser víctima de la trata.