Sydney, AUSTRALIA (Agencia Fides, 15/07/2019) - "Miles de ciudadanos celebraron el Domingo de
los Aborígenes y de los habitantes del Estrecho de Torres en las
parroquias de toda Australia. Desde el caos de las grandes ciudades
hasta la tranquilidad de las comunidades remotas, católicos e indígenas
se sentaron lado a lado, como signo de unidad". Así lo expresó a la
Agencia Fides la Junta del Consejo Católico Nacional Aborigen e Isleño
del Estrecho de Torres (NATSICC, por sus siglas en inglés), el Consejo
de Católicos Australianos que representan a los pueblos nativos, a
propósito de la celebración, en todo el país, del día dedicado a ellos,
el pasado 7 de julio.
Las diferentes comunidades católicas locales, explicaron los
representantes del Consejo, han participado activamente con varias
iniciativas: "en Adelaida, el presidente del NATSICC, John Lochowiak,
dio la bienvenida a la catedral a una representación del pueblo Kaurna y
dirigió la ceremonia del humo, un ritual típico de los aborígenes
australianos, para purificarse y luego comenzar la misa. En La Perouse,
el sacerdote jesuita y amigo de las Primeras Naciones, el padre Frank
Brennan, dedicó una misa especial al evento en la Iglesia de la
Reconciliación, que fue creada precisamente para reunir a personas de
cultura aborigen en la Iglesia católica, a través de la liturgia y de la
formación. El jesuita presentó a la anciana Elsie Heiss, a quien este
año se le otorgó el ‘Premio NATSICC al Servicio a la Comunidad’, un
premio otorgado por su compromiso continuo con la Iglesia y con su
gente".
Celebrado a principios de julio, el domingo de los aborígenes y los
habitantes de la isla del Estrecho de Torres representa una cita fija en
el calendario de la Iglesia australiana. Este año, en su mensaje de
preparación a la jornada, los obispos pidieron que se preste especial
atención al problema del suicidio entre los miembros de estas
poblaciones, fenómeno muy extendido sobre todo entre los más jóvenes:
"Esta realidad es triste e inaceptable. Para nosotros los cristianos,
Jesús vino para dar vida plena. Nos llama a trabajar juntos con amor y
respeto y a buscar una solución a este trágico problema", escribió la
Conferencia Episcopal.