CIUDAD DE MÉXICO (Agencia Fides, 24/7/2019) - El padre Cyril D´Silva, misionero de
la Caridad de la India, es el director del santuario de Madre Teresa de
Calcuta de Tijuana, en la Casa de la Madre Teresa de Calcuta deseada por
la Santa. Actualmente viven allí los sacerdotes de la comunidad.
“La Madre Teresa quería que la casa de Tijuana fuera para los sacerdotes
lo que Calcuta es para las Madres de la congregación. Tijuana es muy
pobre material y espiritualmente, es un lugar de gran necesidad, alta
delincuencia y adicción a las drogas, por lo que los sacerdotes y los
laicos están formados para servir a los pobres en la espiritualidad de
la Santa”, explica el padre Cyril.
“En 2008, en la primera reunión del Consejo, el padre Joseph Langford,
cofundador con la Madre Teresa de las Misioneras de la Caridad, propuso
que el carisma y la espiritualidad de la Santa se expresaran en el
Santuario”, cuenta el misionero.
“El Santuario, que aún no ha sido aprobado por el obispo, tiene un
Centro de Misión donde hay formación para los laicos, un programa de
adopción para niños abandonados y un programa de rehabilitación para
personas con adicciones. Los padres también dirigen una escuela
misionera para preparar a los jóvenes para responder a la misión, sea
como laicos o como sacerdotes”. “En estos días de julio, la violencia ha
aumentado considerablemente”, añade el padre Cyril, - “todos los días
escuchamos el sonido de las balas alrededor del santuario”.
Con respecto a la situación de los migrantes, el sacerdote dice que no
quiere entrar en ninguna valoración sobre el gobierno sino en lo que la
Iglesia puede hacer. “Habíamos estado yendo a Baratel durante mucho
tiempo que está cerca de la casa de las Madres. Aquí, además de llevar
comida a los necesitados, celebramos la misa y adoramos al Santísimo
Sacramento”.
Además, dice el padre D´Silva, “para lidiar con el tráfico de niños, las
Madres tratan de salvar a los niños abandonados y descuidados por sus
padres antes de que terminen en las calles. Estas mujeres van a sus
hogares y, mientras los padres trabajan, las cuidan en el carisma de la
Madre Teresa”.