Beirut, LÍBANO (Agencia Fides, 31/07/2019) - La unidad nacional libanesa representa una
garantía indispensable para construir un futuro mejor para el Líbano. La
convivencia entre los diferentes componentes de la población debe
preservarse de cualquier amenaza relacionada con el resurgimiento de
impulsos y conflictos sectarios. Es lo que destaca la declaración final
de la cumbre espiritual interreligiosa convocada el martes 30 de julio
en Beirut, en la “Casa de las comunidades drusas”.
Los líderes de las iglesias musulmanas y las comunidades drusas en el
Líbano participaron en la cumbre, y en su comunicado final también
hicieron un llamamiento a las autoridades políticas para que resuelvan
lo antes posible el enésimo estancamiento político del gobierno liderado
por el sunita Hariri, y garantizar la estabilidad necesaria para
enfrentar graves emergencias económicas y sociales.
El jeque al-Aql Naim Hassan, líder espiritual druso, pidió al presidente
Michel Aoun que desactive todas las amenazas que ponen en riesgo los
principios de convivencia nacional definidos en los acuerdos de Taif,
con los cuales en 1989 se sentaron las bases para poner fin a la años
terribles de la guerra libanesa. Las mismas recomendaciones fueron
expresadas también por el patriarca maronita Bechara Boutros Rai y el
jeque Abdel Latif Darian, muftí de la República Libanesa.
Las preocupaciones y solicitudes expresadas por los líderes religiosos
libaneses también deben leerse a la luz de los recientes incidentes
ocurridos en la provincia del Monte Líbano, probablemente vinculados al
resurgimiento de antiguas tensiones sectarias. A finales de junio, se
produjo un incidente no esclarecido en el área de Qabr Chamoun. Dos
oficiales del ministro de emigración, Saleh Garib, fueron asesinados.
Según las versiones de los medios libaneses, la muerte de los agentes
habría sido el resultado de un ataque organizado por una facción drusa
para eliminar al influyente ministro de Relaciones Exteriores Gebran
Bassil, quien había cancelado una visita a la zona en el último momento.
Según las versiones drusas, los guardias del ministro Garib fueron
asesinados después de abrir fuego contra algunos jóvenes que estaban
quitando los neumáticos incendiados en el camino.