Bagdad, IRAK (Agencia Fides, 25/07/2019) - La Iglesia caldea reafirma oficialmente su
desaprobación y su clara distancia de los grupos armados que pretenden
ser acreditados en el escenario iraquí como "milicias cristianas". Con
una declaración oficial del Patriarcado Caldeo, enviada a la Agencia
Fides, se subraya que la idea misma de formar milicias armadas
"cristianas" "contradice la espiritualidad cristiana" destinada a
alimentar sentimientos de amor, tolerancia, perdón y paz. El
pronunciamiento del Patriarcado Caldeo es un apelo a los jóvenes
cristianos que quieren contribuir a la seguridad y defensa del Estado la
oportunidad de unirse a las filas del ejército oficial iraquí o a las
de la policía federal. Para los habitantes de la región autónoma del
Kurdistán iraquí, la posibilidad de unirse a las milicias kurdas
Peshmerga es algo considerado como legítimo. También se expresa
"respeto" por la elección personal de quienes deciden unirse
individualmente a las llamadas "Fuerzas de movilización popular" (al
Hashd al Shaabi, principalmente milicias paramilitares chiítas que
lucharon contra los yihadistas del Estado islámico) o militares en
grupos políticos, pero niega toda legitimidad a quienes afirman haber
creado las llamadas "brigadas" paramilitares cristianas.
La clara postura de la Iglesia caldea se basa en el decreto emitido por
el primer miinistro iraquí Adel Abdul Mahdi el 1° de julio de 2019, con
el que se pedía a las milicias paramilitares independientes que cerraran
sus oficinas en los centros urbanos y que eligieran claramente entre
seguir operando como grupos armados o convertirse en fuerzas políticas,
aceptando en este caso el cierre de las oficinas de gestión directa de
las actividades económicas. La declaración emitida por el Patriarcado
caldeo expresa su reconocimiento y apoyo al decreto emitido por el
primer ministro, definiéndolo como "un paso importante que va en la
dirección correcta", dirigido a garantizar al Estado el uso exclusivo de
las armas y a fortalecer las instituciones nacionales y regionales.
El decreto gubernamental emitido el 1° julio tiene por objeto limitar
la creciente influencia de las milicias chiítas en amplias zonas del
país así como su control en algunas provincias del norte de Irak.
Las milicias chiítas que operan en Iraq tienen vínculos con Irán y con
el partido libanés Hezbolá. Según los medios de comunicación y los
observadores internacionales, el primer ministro iraquí Adel Abdul Mahdi
ha recibido presiones de Estados Unidos y de potencias regionales como
Arabia Saudita que temen que la influencia iraní en Irak aumente.
Ya en marzo de 2018, el predecesor de Mahdi, Haider al-Abadi, intentó
poner fin a la independencia de las "Fuerzas de Protección Popular" con
el objetivo de enmarcarlas en el sistema de defensa y seguridad
nacional. Ese intento no tuvo mucho efecto y las milicias siguieron
funcionando como entidades autónomas e independientes.
Los milicianos organizados en las Fuerzas de Protección Popular, según
algunas estimaciones, son unos 140 000. Abdul Mahdi señaló el próximo 31
de julio como plazo límite para que las milicias se alineen con las
indicaciones contenidas en el decreto emitido a principios de mes.
La distancia de la Iglesia caldea de las llamadas "milicias cristianas"
parece aplicarse en particular a las llamadas "brigadas babilónicas",
dirigidas por Ryan al Kildani (Ryan "el caldeo"), una formación
paramilitar creada en los años en que gran parte del territorio iraquí
había sido conquistado por los yihadistas de Daesh. Las Brigadas
Babilónicas siempre han reivindicado su etiqueta de milicia anti-Daesh
compuesta por cristianos, incluso si se documentaba su relación con las
milicias chiítas, como las Unidades de Protección Popular (Hashd al
Shaabi). En los últimos años, las Brigadas de Babilonia también se han
erigido en partido político, presentándose como "Movimiento Babilónico"
en las elecciones iraquíes de mayo de 2018, una ronda electoral en la
que también obtuvieron buenos resultados ganando dos de los cinco
escaños parlamentarios reservados para las minorías cristianas. Después
de las elecciones, voces críticas contra la falta de escrúpulos del Movimiento
Babilonia acusaron a la formación política de haber obtenido sus
resultados gracias a los votos recibidos por los votantes chiítas. En
los últimos días, como lo pudo conocer la Agencia Fides, incluso Ryan al Kildany figura en la lista de los afectados
ad personam por las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro
de los Estados Unidos de América. Los sancionados son cuatro iraquíes
acusados por la Administración de los Estados Unidos de corrupción, robo
de dinero público, abuso de poder por motivos personales y violación de
derechos humanos.
Según información dada por algunos medios, Estados Unidos acusa a Ryan
al Kildani de estar implicado en la apropiación ilegal de tierras
agrícolas en la llanura de Nínive y de dirigir grupos paramilitares que
estarían impidiendo el regreso a sus hogares de las decenas de miles de
personas desplazadas que huyeron en 2014 de esa región que cayó bajo el
dominio de los yihadistas del Estado islámico (Daesh).