CIUDAD DEL VATICANO (Agencia Fides, 21/03/2017) - Este lunes, 20 de marzo, el Santo
Padre Francisco ha recibido en audiencia al Presidente de la República
de Ruanda, Paul Kagame, que posteriormente, se ha reunido también con el
Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y con el Secretario
para las Relaciones con los Estados, S.E. Mons. Paul Richard Gallagher.
Como informa el comunicado de la Sala de prensa de la Santa Sede,
durante las conversaciones se han recordado las buenas relaciones
existentes entre la Santa Sede y Ruanda. Se ha apreciado el notable
camino recorrido para recuperar la estabilidad social, económica y
política del país. Se ha evidenciado la colaboración entre el Estado y
la Iglesia local en la obra de reconciliación nacional y de
consolidación de la paz en beneficio de toda la Nación. En este contexto
el Papa ha manifestado su profundo dolor, el de la Santa Sede y el de
la Iglesia por el genocidio contra los Tutsis, ha expresado solidaridad
con las víctimas y con los que siguen sufriendo las consecuencias de
aquellos acontecimientos trágicos y, en línea con el gesto efectuado por
San Juan Pablo II durante el Gran Jubileo del año 2000, ha renovado la
imploración de perdón a Dios por los pecados y las faltas de la Iglesia y
de sus miembros, entre los cuales sacerdotes, religiosos y religiosas
qu
e
cedieron al odio y a la violencia traicionando su misión evangélica. El
Papa ha expresado también la esperanza de que este humilde
reconocimiento de las faltas cometidas en aquella circunstancia, que,
por desgracia, han desfigurado el rostro de la Iglesia, contribuyan,
también a la luz del reciente Año Santo de la Misericordia y del
Comunicado publicado por el episcopado de Ruanda en ocasión de la
clausura del mismo, a "purificar la memoria” y a promover, con esperanza
y confianza renovadas, un futuro de paz, dando testimonio de que es
concretamente posible vivir y trabajar juntos cuando se pone en el
centro la dignidad de la persona humana y el bien común.
Según los datos recogidos en aquel momento por la Agencia Fides, en el
genocidio de 1994 se registraron 248 víctimas entre los agentes de
pastoral de la Iglesia, incluidos quince muertes como consecuencia de
malos tratos, falta de atención médica y de los Desaparecidos.
Fueron asesinados en Ruanda en 1994: tres obispos y 103 sacerdotes (100
diocesanos de todas las diócesis y 3 jesuitas), 47 hermanos de 7
institutos (29 josefinos 2 franciscanos, 6 maristas, 4 hermanos de la
Santa Cruz, 3 hermanos de la misericordia, 2 benedictinos y 1 hermano de
la Caridad).
Las 65 religiosas pertenecían a 11 instituciones: 18 religiosas
Benebikira, 13 religiosas del Buen Pastor, 11 religiosas Bizeramariya, 8
hermanas benedictinas, 6 hermanas de la Asunción, 2 hermanas de la
Caridad de Namur, 2 dominicas misioneras de África, 2 Hijas de la
Caridad, un de las auxiliadoras de Notre Dame du Bon Conseil y otra de
las Hermanitas de Jesús. A ellas hay que añadir al menos 30 laicas de
vida consagrada de 3 institutos (20 auxiliadoras del Apostolado, 8 del
Instituto “vita e pax” y 2 del instituto San Bonifacio).