Chilpancingo, MÉXICO (Agencia Fides, 27/03/2017) – Su Exc. Mons. Salvador Rangel Mendoza,
obispo de Chilpancingo-Chilapa, ayer, después de la misa del domingo,
declaró que podría servir de interlocutor entre el crimen organizado y
el gobierno, si las autoridades lo solicitasen, como un intento de
búsqueda del diálogo para intentar pacificar el clima de violencia que
azota a Guerrero.
“Un modo de afrontar los problemas en la iglesia es el diálogo, y si las
partes lo solicitan yo estaría dispuesto a dialogar, para lograr que
Guerrero consiga vivir en paz” ha dicho el Prelado.
Las autoridades no han buscado el diálogo con la criminalidad, ha dicho
Mons. Rangel, aunque el gobierno "conoce y sabe bien quienes son y donde
están", "pero no habrá voluntad de hacerlo mientras permanezcan a un
lado con las leyes en la mano”, “por muy malos que sean tenemos que
escuchar sus razonamientos” ha reiterado el obispo.
Con gran sorpresa para la prensa, Mons. Rangel Mendoza ha contado su
encuentro con los grupos del crimen organizado: “Ante las amenazas a
sacerdotes me vi en la necesidad de entablar diálogo con varios grupos
del crimen organizado desplegados tanto al oriente como al poniente del
estado. Me atendieron bien y hablé largo y tendido con ellos. Me dijeron
que buscan el bien de la gente ante la apatía del gobierno, que los ha
abandonado por completo”. En el caso de Chilpancingo, el obispo ha dicho
que no se trata de un grupo único, sino de varios grupos en lucha por
el control del territorio, y ha subrayado que los más peligrosos son los
que trabajan para los narcotraficantes.