Pekín, CHINA (Agencia Fides, 22/03/2017) – Vivir nuestra vida cristiana siguiendo los pasos
 de San José; como todos los años, la comunidad católica de la China 
continental ha celebrado una de las más amadas solemnidades del año 
litúrgico, la fiesta de San José, centrándose en sus grandes virtudes de
 obediencia, silencio, humildad y serenidad.
Según la información recibida en la Agencia Fides, como es habitual todo
 el mes de marzo está dedicado al Santo que es Patrón de los 
trabajadores, de la misión en China, de los recién casados, de la buena 
muerte. Incontables iglesias, colegios, congregaciones religiosas, 
misiones y grupos han elegido a San José como patrono no sólo para 
rendirle homenaje, sino sobre todo para imitar su espíritu y sus 
virtudes, que están en consonancia con las antiguas enseñanzas de la 
cultura y de la tradición china.
Visto que este año la festividad coincidía con el domingo de Cuaresma, 
en diferentes lugares, la fiesta de San José ha sido adelantada al 
sábado, 18 de marzo. Las celebraciones se han abierto con una solemne 
procesión con la imagen de San José en la parroquia de Wu Xi. Durante la
 homilía, el sacerdote ha invitado a todos “a aprender de su silencio: 
su aceptación en la fe, su espera con esperanza, el cumplimiento de la 
misión confiada por el Señor con amor”.
En la iglesia de Hu He Hao Te, en Mongolia Interior, la festividad se ha
 celebrado según el estilo de la estepa: con bailes, cantos y una gran 
fiesta como signo de una gran familia.
En la provincia de He Bei, las iglesias dedicadas al santo son 
innumerables. Una de ellas, en la diócesis de Xian Xian, ha inaugurado 
la nueva iglesia y el nuevo complejo pastoral en presencia del obispo 
diocesano, S. E. Mons. Joseph Li. Los trabajos por la nueva iglesia 
iniciaron precisamente el 19 de marzo del año pasado. Hoy, este pueblo 
de 200 fieles tiene un complejo de 968 metros cuadrados con salas, 
canónica y centro espiritual.
En la provincia de Jiang Su, la celebración de la fiesta se ha centrado 
en la figura del santo, que se convirtió en el instrumento del Señor y 
en modelo de fe incondicional. Mons. Giuseppe Xu Hong Gen, Obispo de la 
diócesis Su Zhou, ha destacado su “ejemplo de fe, que nos recuerda que 
nos volvemos morada del Señor con nuestro corazón, nuestro cuerpo y 
nuestra vida”.
Un gran número de trabajadores migrantes han participado en las misas 
celebradas en todas las diócesis, como ha recordado uno de los 
sacerdotes, “la Iglesia es vuestra casa, donde podéis recibir acogida y 
respirar oxígeno espiritual, no sólo en los días de grandes fiestas, en 
la fiesta de vuestro patrón, sino todos los días del año”.
 
