Durante las conversaciones cordiales, se constataron las buenas relaciones existentes entre la Santa Sede y las Fiji y la contribución de la Iglesia católica a la vida del país. A continuación, se abordó la cuestión del cambio climático y sobre todo su dimensión ética, que reclama a la solidaridad hacia los grupos sociales y los países más vulnerables, así como hacia las nuevas generaciones.
Finalmente, se habló de la cooperación de las Fuerzas Armadas de Fiji en las misiones de paz de las Naciones Unidas en diferentes partes del mundo.