Yirol, SUDÁN DEL SUR (Agencia Fides, 23/03/2017) – “Hacía seis años que un país africano no
precipitaba en una situación tan dramática: 'estado de hambruna'. La
última vez que sucedió fue en Somalia. Sin embargo desde hace poco más
de un mes, la tragedia de las muertes por hambre está golpeando Sudán
del Sur, y más específicamente el estado de Unidad, en la frontera con
el estado de los Lagos, donde estamos trabajando desde hace casi diez
años”. Lo narra a la Agencia Fides don Dante Carraro, Director de
Médicos con África CUAMM.
“Las consecuencias de la sequía y del hambre, que desde el año pasado
están golpeando estas áreas, se han agravado debido a la inseguridad que
prevalece en el país y socava el trabajo, las actividades y la
confianza de las familias y las comunidades locales. La gente no se
mueve ya en los coches, las carreteras son demasiado peligrosas. Sólo se
utilizan pequeños aviones o helicópteros de las Naciones Unidas. Cuando
la pobreza no te permite alimentar a tus hijos sacas las armas y haces
lo que de otro modo no harías nunca. La comunicación está bloqueada, los
transportes imposibles, las semillas y los alimentos no llega. Y ahora
se empieza a morir de hambre. Primero las cabras y vacas, luego los
niños, las madres y los ancianos y, finalmente, los jóvenes y los
adultos. Las personas que no mueren escapan. Desde el estado de Unidad
huyen a zonas del interior del país, más al sur, en el estado de los
lagos o fuera del país, al este, a Etiopía. La situación socia
l y
política es frágil, hay riesgos diario de seguridad, moverse es difícil.
Pero la situación de la población, especialmente de las madres y los
niños, es dramática”, continúa don Dante.
“Nosotros del CUAMM hemos decidido quedarnos cerca todo este sufrimiento
y humillación. Acogemos y nos hacemos cargo de los que consiguen
escapar y llegar más al sur, en el estado de los lagos: las madres, los
niños y las familias en busca de refugio, alimentación y atención en los
hospitales de Cuibet, Rumbek, Yirol y en varios centros de salud
dispersos por el territorio. Estamos tomando medidas allí, donde es más
aguda la emergencia, en las zonas centrales y del sur del estado de
Unidad, donde miles de personas, en silencio y de forma dramática, están
muriendo de hambre. Necesitamos ayuda nutricional y cuidado sanitario,
alimentos, medicinas, equipo y personal además de proporcionar un
servicio de transporte de los casos urgentes y graves a instalaciones
mejor equipadas. Las Naciones Unidas intervienen como pueden ayudando en
las actividades de Juba”, concluye don Dante.