Mayo, SUDÁN (Agencia Fides, 07/07/2017) – El campo de refugiados de Mayo es una enorme
superficie de polvo, barro y chozas a las puertas de Jartum, capital de
Sudán. La población oscila entre las 300.000 y las 700.000 personas,
refugiados que llegaron a comienzos del año 2000 huyendo del conflicto
de Darfur. Muchos otros escaparon de la guerra en Sudán del Sur o de la
violencia y la pobreza de tantos focos de crisis que inflaman el África
Subsahariana. Desde el 200, en el distrito de Angola, Mayo, trabaja la
ONG Emergency, que ha puesto en marcha un centro pediátrico.
Como indica el comunicado recogido por Fides, durante 5 días a la semana
un equipo compuesto por pediatras, enfermeros y trabajadores sanitarios
ofrece gratuitamente servicios médicos básicos, con una sala de
observación y una ambulancia para el traslado al hospital más cercano a
los casos urgentes. A diario se trata a unos 50 niños. Junto a la
clínica, han desarrollado además actividades para las familias así como
servicios pre-natales y para después del parto. En el 2016 se mejoraron
estas instalaciones en las que trabaja una ginecóloga y tres obstetras,
dos de ellos sudaneses.