Bangui, REPÚBLICA CENTROAFRICANA (Agencia Fides, 15/12/2016) - “Desde agosto de 2016 hemos observado un
aumento alarmante de las violaciones de los derechos humanos”, afirma un
comunicado de la Misión de la ONU en la República Centro-africana
(MINUSCA) que presenta un informe sobre la situación de los derechos
humanos en el país. La mayoría de estos crímenes son cometidos “por las
diversas facciones de los antiguos rebeldes Seleka, las milicias
anti-Balaka y sus afiliados, así como por el Ejército de Resistencia del
Señor (LRA) y los pastores Fulani. Estos episodios han causado la
muerte de al menos 100 personas”.
Esta cifra se refiere al período que abarca el informe, que se extiende
desde junio de 2015 hasta marzo de 2016. El documento denuncia que “la
situación de seguridad y de los derechos humanos sigue siendo una
preocupación importante. La División de los Derechos Humanos ha
documentado 1.301 casos de violencia y abusos de derechos humanos que
han causado al menos 2.473 víctimas, con un aumento del 70% en
comparación con un estudio anterior que abarcaba desde septiembre de
2014 al 31 de mayo de 2015”.
Los actos de violencia “van desde ejecuciones arbitrarias a tratos
crueles, inhumanos o degradantes, pasando por la violencia sexual, la
privación arbitraria de la libertad, la destrucción y el robo de la
propiedad, así como restricciones a la libertad de movimiento”. Entre
las víctimas hay 203 niños.
La visita del Papa Francisco, a finales de noviembre de 2015, y la
elección pacífica del presidente Faustin-Archange Touadéra, en marzo de
este año, han despertado una fuerte esperanza de estabilización, pero
que todavía sigue siendo precaria, sobre todo fuera de Bangui, la
capital.