Buenos
 Aires, ARGENTINA (Agencia Fides, 21/12/2016) – “Debemos ayudar a levantarse a los que se han 
caído y prevenir que caigan aquellos que están en situación de 
vulnerabilidad… Jamás podremos sustituir a las familias pero, como 
Iglesia, somos familia de Dios, y debemos poner todo nuestro empeño para
 crear un espacio donde los chicos se sientan contenidos, queridos y 
cuidados”: lo ha dicho Su Exc. Mons. Ariel Edgardo Torrado Mosconi, 
obispo de Nueve de Julio, en el encuentro de coordinación de la lucha 
contra la droga de su Diócesis, en la zona norte de Buenos Aires.
El Obispo, ante unas treinta personas, entre ellos 17 representantes de 
los muchos distritos en los que se divide la diócesis, ha dicho que 
después de un año de monitoreo en la diócesis existe el flagelo de las 
adicciones entre los jóvenes, “todos tenemos que trabajar en la 
prevención”. Y luego ha propuesto la creación de centros de acogida y 
apoyo coordinados con Cáritas: “Tenemos que superar la mirada estrecha 
de Cáritas que sólo se remite a dar ropa o bolsas de alimentos. Hoy, 
existen nuevas formas de pobreza que hay que abordar y con urgencia".
En el encuentro también ha intervenido Pablo Vidal, miembro del área de 
Abordaje Pastoral y Comunitario de las Adicciones de Cáritas, para 
explicar el trabajo de los Centros de Barrio que trabajan en este campo.
 Citando como ejemplo el Centro Caacupé, en el centro de Buenos Aires, 
ha dicho que en su apertura en el 2008 contaba solo con 7 chicos peor 
ahora hay más de mil familias.
El encuentro ha terminado con el compromiso de comprobar las 
posibilidades de realizar un centro en cada distrito. La diócesis de 
Nueve de Julio situada en la zona norte de la “Gran Buenos Aires” tiene 
una superficie de 57.016 km2, y una población de unos 410.000 habitantes
 de los cuales el 91% son católicos. 
 
