Port of Spain, TRINIDAD Y TOBAGO (Agencia Fides, 15/12/2016) – “No a la pena de muerte”. Así lo ha 
afirmado Su Exc. Mons. Joseph Everard Harris, C.S.Sp. Arzobispo de Port 
of Spain, en un breve encuentro con la prensa de Trinidad y Tobago, 
donde continúa el debate sobre la solicitud de restablecimiento de la 
pena de muerte para los criminales violentos por parte de un sacerdote 
católico.
Mons. Harris ha recordado que hace dos meses, la Conferencia Episcopal 
de las Antillas emitió un comunicado en el que se oponía al uso de la 
pena capital, y pidió a los gobiernos de Trinidad y Tobago y de Barbados
 que cambiasen sus leyes a este respecto.
Mons. Harris ha citado al Papa Francisco: “Hoy en día la pena de muerte 
es inaceptable, por grave que sea el delito del que se mancha quien lo 
comete. Es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad 
humana que contradice el plan de Dios para el hombre, la sociedad y la 
justicia misericordiosa”.
El arzobispo ha intervenido en respuesta al párroco de San Carlos 
Borromeo, en Tunapuna, el padre Ian Taylor, quien durante la homilía de 
la misa el 10 de diciembre pidió que se restablezca la pena de muerte 
como castigo por el asesinato durante un robo, de Shannon Banfield, un 
empleado del Republic Bank, un hecho que ha conmocionado el país.
Mons. Harris ha añadido que el Catecismo de la iglesia Católica dice que
 la enseñanza tradicional de la iglesia “no excluye” el recurso a la 
pena de muerte cuando es “la única vía practicable para defender la vida
 de seres humanos en modo eficaz contra el agresor”. Y añade: sin 
embargo, hoy en día estos casos son “muy raros, o incluso prácticamente 
inexistentes”. 
 
