Yangon, MYANMAR (Agencia Fides,
16/12/2016) - “Es tiempo de unirnos - todas las religiones,
todos los grupos étnicos - para hacer que el año 2017 sea realmente el
Año de la Paz. La paz es posible a través de la justicia. La paz es
posible a través de las negociaciones. Instamos a todas las religiones a
observar la jornada del 1 de enero de 2017 como un día de ayuno y
oración por la paz” este es el apelo enviado a la Agencia Fides por el
cardenal Charles Maung Bo, arzobispo de Yangon.
“Hagamos que todos los que acuden a nuestros monasterios, iglesias,
templos y mezquitas lleven carteles y pancartas con la frase '¡Stop a
todas las guerras!'. Tratemos de pasar el día en oración y ayuno por la
paz, para cambiar los corazones de todas las personas. Es urgente poner
fin a las guerras que aún sufrimos en Myanamr y hacer que el 2017 sea el
año de la paz”, señala el texto.
El cardenal escribe en su llamamiento: “Hermanos y hermanas de Myanmar,
todos diremos 'Feliz Año Nuevo'. Cada año nos saludamos unos a otros con
este mensaje. Pero honestamente no hay felicidad en muchas partes de
este país. La guerra continúa en muchas áreas. Y para más de 200.000
personas desplazadas en campos de refugiados, no será un feliz año
nuevo.
La guerra, que comenzó hace sesenta años, aún continúa. Camboya ha
resuelto sus conflictos, Vietnam ha resuelto sus guerras. Estos países
vecinos están en camino hacia la paz y la prosperidad. Nosotros en
Myanmar todavía estamos involucrados en una guerra imposible de ganar.
La agonía de la población y el desplazamiento forzado son los únicos
resultados de esta violencia. La mayoría silenciosa de la población de
Myanmar ha sido sólo un espectador de una guerra crónica. Ahora:
unámonos, todos juntos, por una paz auténtica”.