Zamboanga, FILIPINAS (Agencia Fides, 
16/12/2016) - “En algunas partes de Filipinas, 
especialmente en Mindanao, algunos líderes musulmanes han desalentado a 
sus seguidores a unirse a los cristianos para la celebración de la 
Navidad. Esto es una señal de alarma. Al mismo tiempo, los buenos 
musulmanes y buenos cristianos sufren por este enfoque radical de la 
relación entre musulmanes y cristianos. Dicho enfoque cambia el modo 
tradicional de celebrar juntos las fiestas religiosas más importantes y 
compartir la alegría de un grupo religioso específico”: es la voz de 
alarma enviada a la Agencia Fides por el movimiento para el diálogo 
islámico-cristiano “Silsilah” activo en Zamboanga del Sur (Mindanao), en
 el Sur de las Filipinas, que fue creado hace 30 años por el misionero 
del Pime p. Sebastiano D’Ambra.
El movimiento, en un nota enviada a la Agencia Fides, recuerda la larga 
tradición de diálogo interreligioso, por la cual “los cristianos envían 
un mensaje a los musulmanes en ocasión del Ramadán y los musulmanes 
hacen lo mismo a los cristianos con motivo del Adviento y de la 
Navidad”. Por esta razón Silsilah invita a todos los fieles “a continuar
 celebrando juntos la Navidad y el Ramadán”, afirmando de nuevo que 
“estas son ocasiones para mostrar respeto y compartir la alegría como 
muestra de amistad, mientras cada uno es animado a ser fiel a su propia 
fe”.
El mensaje de Silsilah revela también “las noticias de nuevos ataques a 
lugares e iglesias cristianas en algunas zonas de las Filipinas”, 
reiterando cuanto es importante “estar unidos como cristianos y 
musulmanes para mostrar a todos que la verdadera relación entre 
cristianos y musulmanes es una relación de amistad sincera.
“Somos hermanos y hermanas en la humanidad, aunque diferentes en nuestra
 religión, y estamos llamados a ser solidarios en los momentos de 
alegría y en tiempos de sufrimiento”.
La presencia de grupos radicales como el Estado Islámico (IS), que hoy 
encuentra adeptos en las zonas musulmanas del sur de Filipinas, “es una 
ocasión para todos nosotros de hacer un examen de conciencia y entender 
que tal vez estamos en esta situación porque no hemos sido capaces de 
presentar la auténtica fe cristiana y la islámica: ambas tienen puntos y
 valores comunes que pueden ser el punto de partida para la construcción
 de una sociedad pacífica y armoniosa” concluye el texto. 
 
