sábado, 17 de diciembre de 2016

Papa a la comunidad de Nomadelfia: "No os canséis de alimentar el diálogo entre las generaciones"

CIUDAD DEL VATICANO (http://press.vatican.va - 17 de diciembre de 2016).- La comunidad de Nomadelfia, -unas trescienta treinta personas, entre las cuales numerosos niños- fundada por el sacerdote italiano Zeno Saltini (1900-1981), que propone un modelo de vida inspirado en el  de los primeros cristianos y cuya sede está en la provincia de Grossetto ha sido recibida  esta mañana por el Papa FRANCISCO en la Sala Clementina del Palacio Vaticano que, después de escuchar los testimonios de algunos de sus miembros y ser invitado a desplazarse a Nomadelfia para conocer más de cerca la comunidad, que recibe cada año unas 10,000 personas, pronunció el siguiente discurso.

“Me alegra vivir con vosotros este encuentro y aprender más acerca de vuestra experiencia de vida comunitaria.  Estoy conmovido por lo que habéis dicho y os doy las gracias.

El tiempo de Adviento nos ayuda a meditar sobre el misterio del Hijo de Dios hecho  carne que con su nacimiento trajo al mundo la luz y la paz. En Navidad, Dios se revela no como uno que está en las alturas  y domina el universo, sino como el que se  abaja y desciende, asumiendo la apariencia frágil de un niño. De esta manera Dios nos enseña que no debemos ponernos  por encima de los demás, sino que estamos llamados a abajarnos,  a servir por amor a los más débiles, a hacernos pequeños con los pequeños. Si Dios, mediante  la venida de su Hijo a la tierra, se ha involucrado con el hombre hasta el punto de llegar a ser en todo como uno de nosotros, menos en el pecado, se deduce, según la palabra de Jesús, que cualquier cosa hayamos hecho a uno de los más pequeños, lo habremos hecho a él.

Don Zeno Saltini, vuestro fundador,  lo había entendido muy bien y ,no obstante las dificultades  y las incomprensiones,  prosiguió, siempre confiado con su objetivo de  llevar la buena semilla del Evangelio, incluso a los terrenos más áridos. ¡Y lo consiguió!  Vuestra comunidad de Nomadelfia es la prueba. Don Zeno se presenta hoy  ante nosotros  como ejemplo de  discípulo fiel  de Cristo que, a imitación del Divino Maestro, se inclina sobre el sufrimiento de los más débiles y los más pobres, convirtiéndose en testimonio de una caridad incansable. ¡Que su  coraje y su perseverancia   os guien  en vuestro esfuerzo diario para que fructifiquen las semillas del bien que él sembró en abundancia, animados por la pasión evangélica y el sincero amor a la Iglesia!. El que haya alimentado, vestido, acogido  a uno de los más pobres entre los hombres, habrá alimentado, acogido, amado al mismo Hijo de Dios. El que, por el contrario, haya rechazado, ahuyentado, olvidado a uno de los más pequeños y débiles, habrá dejado de lado a Dios mismo. Como dice San Juan: "Si no amas a tu hermano a quien ves, ¿cómo  puedes amar a Dios a quien no ves?"

Queridos hermanos y hermanas, vuestra herencia espiritual está vinculada de manera especial a la vida de fraternidad, que se caracteriza, en particular, por la acogida  los niños y el cuidado muy especial de las personas mayores. Os animo a dar a la sociedad este ejemplo de solicitud y ternura tan importante. Los niños y los ancianos construyen  el futuro de los pueblos: los niños porque sacarán adelante  la historia; los ancianos, porque transmiten la experiencia y la sabiduría de sus vidas. No os canséis de nutrir y alimentar este diálogo entre generaciones, haciendo de la fe vuestra estrella polar y de la Palabra de Dios, la lección principal para asimilar y vivir en la realidad de la vida cotidiana. Así  seréis capaces de imitar  cada vez más la cercanía de Dios a los hombres y de contemplar en el rostro de las personas más vulnerables  la imagen del Niño Jesús.

Os deseo a todos un buena camino hacia  la Navidad, para llegar a celebrarla con alegría y  paz en el corazón. El Señor os bendiga y la Virgen Madre os proteja. Y os  pido que, por favor, recéis por mí”.