Bangkok, TAILANDIA (Agencia Fides, 15/12/2016V) - En Tailandia cada hogar, oficina, fábrica, 
granja y espacio público tiene expuesto un cartel gigante con la imagen 
del Rey o de la familia real. En este periodo de duelo nacional por la 
muerte del 'más grande de los Reyes'. Ahora las imágenes se han 
multiplicado en cantidad, en tamaño y en precio. En todas partes, 
incluso los tatuajes, los dulces y la ropa muestran la imagen de Rama 9.
 En las mismas iglesias católicas su foto está colocada al lado del 
altar y en la entrada. “Nunca he visto una identificación tan masiva, 
unánime y contundente con una persona o con el símbolo que representa. 
Esto también me hace pensar en la fuerza de una imagen, de una señal que
 transmite un mensaje”.
Así lo explica a la Agencia Fides un misionero fidei donum que trabaja 
en Tailandia. “En la parroquia estamos tratando de dar a conocer, 
apreciar y realizar el pesebre en los hogares como un signo distintivo 
de los cristianos. Así como Santa Claus o el árbol super adornado 
dominan los escenarios comerciales y de entretenimiento, nos gustaría 
que estuviésemos más 'orgullosos' del humilde pesebre”. “Es cierto, que 
resulta difícil encontrar estatuillas (nadie las produce o las vende), 
no es fácil promover una tradición popular que reconduce fácilmente al 
mensaje del Evangelio, la gente no tiene ninguna experiencia o 
creatividad sobre este tema. Sin embargo se entreven destellos de 
alegría y entusiasmo al mostrar los resultados modestos de los hogares”,
 continúa. 
“La necesidad de ver signos es parte de la piedad popular, de los 
sencillos. A través de los signos externos, por desgracia, a veces 
convertidos en fetiches o reducidos a adornos mundanos, la gente 
sencilla se acerca al misterio, vuelve a ver un Ideal, se encuentra con 
Otro. No es de extrañar que el budismo, a pesar de las sobrias 
indicaciones del mismo Buda esté lleno de símbolos, rituales, objetos, 
imágenes, colores, significados y misterios. Que la próxima Navidad sea 
visible también con los ojos. En definitiva, la encarnación también 
tiene este significado. Pesebre u obra de misericordia, celebración 
comunidad o sobriedad. ¡Que Jesús sea visible también en nuestra casa, 
hoy!”, Concluye el misionero
 
