Kabul, AFGANISTÁN (Agencia Fides, 07/03/2017) – En Afganistán los activistas por los derechos
humanos llevan años ejercitando presiones sobre las autoridades del
Gobierno para que intervengan para prohibir y castigar severamente a los
responsables de la cruel usanza del bacha-bazi. Se trata de una
práctica de esclavitud sexual de los niños muy extendida, que es
utilizada por los jefes de guerra, militares y policías, peor también
por algunos políticos y personas ricas e influyentes. Vestidos y
pintados como mujeres, los niños de entre 10 y 18 años, son secuestrados
y vendidos para usarlos como bailarines y esclavos sexuales en las
fiestas entre hombres. Bacha bazi, en lengua persa significa 'jugar con
los niños'. Los insurgentes talibanes, que luchan contra las fuerzas del
gobierno, utilizan a los Bacha-bazi para infiltrar a los niños entre
las fuerzas de seguridad afganas para obtener información y organizar
los ataques dirigidos.
El gobierno, bajo la presión de los activistas que denuncian esta
práctica, ha aprobado una ley que castiga severamente a los culpables y
apoya la pena de muerte en los casos más graves, como la violación de
los niños. “En el nuevo Código Penal hay un capítulo entero que penaliza
la práctica”, ha declarado en un comunicado uno de los consejeros del
presidente de Afganistán. “El código debe ser puesto en práctica este
mes, y será un gran paso hacia el final de esta terrible práctica”, ha
añadido.