Phnom Penh, CAMBOYA (Agencia Fides, 02/03/2017) – La comunidad católica en Camboya tiene una
gran vitalidad: tras la consagración de la nueva iglesia de San Pedro a
Pot hon (al norte de Phnom Penh) el pasado 18 de febrero, el Vicariato
Apostólico de Phnom Penh ha anunciado la bendición de la capilla
dedicada a Santa Teresa del niño Jesús y del centro pastoral en Preykbas
(una zona de Takeo, 60 km al sur de Phnom Penh). La capilla ha sido
consagrada e inaugurada por el Obispo, el Vicario Apostólico Olivier
Schmitthaeusler, el 25 de febrero.
Según ha dicho a la Agencia Fides, Mons. Olivier Schmitthaeusler, la
comunidad de Preykbas es una nueva comunidad cristiana del Vicariato de
Phnom Penh, que surgió en 2012 con los primeros 14 bautismos.
La fe católica en la zona de Takeo floreció hace años a partir de la
presencia de un sólo cristiano, Paul Cheang, en la parroquia de Nuestra
Señora de la Sonrisa. En aquel entonces, en el año 2002, el párroco
local era precisamente el p. Olivier Schmitthaeusler, ahora Obispo. En
quince años, la comunidad de los bautizados ha crecido y se ha
desarrollado mucho: han nacido 8 nuevas comunidades en la provincia de
Takeo, entre ellas la de Preykbas. Y este florecimiento continua: la
Iglesia de Takeo tendrá la alegría de acoger a 70 nuevos bautizados en
Pascua. A ellos, habrá otros: en todo el Vicariato de Phnom Penh en
total hay 155 catecúmenos que serán bautizados en Pascua, procedentes de
9 sectores pastorales de la Vicaría.
Mons. Olivier Schmitthaeusler, que está feliz por la celebración de la
consagración de la nueva capilla, ha recordado a la Agencia Fides que
“la comunidad local nació después de la reunión de Paul Cheang en el
pueblo de Preykbas. Desde 2009, todos los domingos, Paul Cheang enseña
el catecismo a algunos jóvenes”. En 2010, el obispo Olivier decidió
comprar un terreno de tres hectáreas (un huerto con árboles de mango)
para construir un centro pastoral diocesano. Gracias a la ayuda de
Tailandia, se han edificado en este terreno 9 bungalows, una guardería y
una pequeña capilla dedicada a Santa Teresa de Lisieux.
La primera capilla fue construida por los jóvenes con barro y paja. “Es
el signo vivo de la presencia de Dios cerca de la montaña Chisor, que
domina la llanura de Camboya y está llamada a ser una luz para todos
aquellos que tienen hambre y sed de paz y justicia”, señala el Obispo.
La capilla ha sido enriquecida por la presencia de una reliquia de la
beata Madre Teresa de Calcuta (don del postulador de la causa de
beatificación a Mons. Olivier) “colocada en el altar para ayudarnos a
ser misericordiosos como nuestro Padre celestial”, añade. El centro
pastoral tiene capacidad para 50 personas y se utiliza como casa para
retiros, formación y tiempo de descanso. La pequeña granja que se ha
creado en el terreno, con animales, junto a los árboles de mango y a una
plantación de arroz permite a la comunidad el auto-sostenerse. “Al orar
y vivir la fe entre los árboles de mango, cada bautizado puede recordar
que está llamado a dar buenos frutos”, dice el Vicario Apostólico.