Táchira, VENEZUELA (Agencia Fides, 23/11/2015) – Entre los muchos problemas derivados del
cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia, algunos también afectan a la vida religiosa de la población.
El obispo de la diócesis de San Cristóbal de Venezuela, Su Exc. Mons.
Mario del Valle Moronta Rodríguez, hablando a Radio Caracol, se ha
lamentado de la situación y ha observado que se requiere de acciones
conjuntas para garantizar la administración de los sacramentos a la
población infantil y juvenil que viven en los municipios fronterizos de
Ureña y San Antonio en el Estado Táchira.
A partir de la información recibida en la Agencia Fides, sabemos que
muchos jóvenes residentes en Venezuela asisten a las parroquias de
Colombia para la preparación a la Primera Comunión. Ahora, con las
fronteras cerradas, el riesgo es que ni puedan recibirla. Mons. Moronta
ha afirmado en la entrevista: “Por nuestra parte, estamos revisando el
plan pastoral para ver qué solución le podemos brindar a esta y otras
situaciones que se están registrando en materia pastoral”.
Luego ha pedido a los gobernantes de ambos países que busquen una
solución rápida a la cuestión, y restauren las relaciones económicas y
sociales entre las naciones, cuya interrupción tiene fuertes
repercusiones en las zonas fronterizas, donde la crisis se hace cada vez
más profunda.