CIUDAD DEL VATICANO, 28 noviembre 2015
(VIS).- ''La realidad simplemente es, la idea se elabora. Entre las dos
se debe establecer un diálogo permanente, evitando que la idea termine
separada de la realidad. Es peligroso vivir en el reino de la palabra,
de la imagen, y del sofisma. Para evitar el peligro de vivir fuera de la
realidad, se deben abrir los ojos y el corazón''. Son las primeras
palabras del vídeo mensaje que el Papa FRANCISCO envió ayer por la tarde
a los participantes del V Festival de la Doctrina Social de la Iglesia
cuyo lema este año es ''El desafío de la realidad''.
''Nuestra
vida se compone de muchas cosas, -continúa- un río de noticias, muchos
problemas: todo esto nos empuja a no ver, a no ser conscientes de los
problemas de las personas que nos rodean. La indiferencia parece ser una
medicina que nos protege de la implicación, se convierte en una manera
de sentirse más tranquilos. Esta es la indiferencia. Pero este
distanciamiento es una manera que defiende el egoísmo y nos hace
tristes. El desafío de la realidad exige también la capacidad de
diálogo, para construir puentes en lugar de muros. Este es el momento
para el diálogo, no la defensa de la rigidez de la oposición''.
Francisco de esta forma, invita a afrontar "el reto de descubrir y
transmitir la mística, el vivir juntos, el mezclarse, el agarrase del
brazo, apoyarse, participar a esta manera un poco caótica que puede
convertirse en una verdadera experiencia fraternidad, en una caravana de
solidaridad, en una santa peregrinación''.
''El
desafío de la realidad, sin embargo, insta a un cambio. Todo el mundo
siente la necesidad de un cambio, porque se nota que hay algo que va
mal... El verdadero cambio comienza por nosotros mismos y es un fruto
del Espíritu Santo. Las personas interiormente cambiadas por el
Espíritu, conducen también a un cambio social''.
Antes
de finalizar, el Papa menciona el "desafío ecológico'', escuchar el
grito de la Madre Tierra. ''El respeto por las criaturas y la creación
-dice- es un gran desafío para el futuro del hombre. El hombre y la
creación están inextricablemente unidos''. FRANCISCO destaca que aunque
pensemos que este tema corresponda a la política, la economía o a las
decisiones estratégicas sobre el desarrollo, "nada puede sustituir
nuestro compromiso personal''. ''La sobriedad, el consumo consciente, un
estilo de vida que da la bienvenida a la creación como un don y excluye
las formas de posesión depredadoras y exclusivas, -finaliza- es el modo
concreto por el que se crea una nueva sensibilidad. Si somos muchos los
que vivimos así, toda la sociedad se verá afectada positivamente y
escuchará el grito de la tierra y el grito de los pobres''.