Caacupé, PARAGUAY (Agencia Fides, 05/12/2016) - En la misa de este domingo 4 de diciembre, en
la Basílica de Caacupé, el obispo del Vicariato Apostólico de Pilcomayo,
Su Exc. Mons. Lucio Alfert, O.M.I. ha criticado el trato reservado a
los indígenas de Paraguay. Ha exhortado a los jóvenes a ser la esperanza
para los grupos étnicos y por tanto a poner fin a la injusticia, a la
desigualdad y al rechazo hacia este sector de la población. “Dios nos ha
creado a todos de forma diferente pero con la misma dignidad” ha
subrayado Mons. Alfert durante la homilía, añadiendo: “estamos llamados a
convivir fraternalmente en una sociedad pluriétnica y pluricultural”.
Según la información recibida en la Agencia Fides, en la celebración han
participado unos 2.500 indígenas de varias zonas del país, sobre todo
del Chaco. Por eso una lectura de la Misa y la oración de los fieles han
sido leídas en nivaclé, la lengua nativa de Paraguay.
El obispo se ha lamentado de que “para la sociedad ser diverso ‘es algo
malo’. Esto genera rechazo, falta de respeto de los derechos
fundamentales de las comunidades indígenas” ha reiterado.
“El verdadero problema de los paraguayos es el desconocimiento de las
diferentes culturas. Entre nosotros, los indígenas son los que más
sufren la indiferencia, la incomprensión, son echados de sus tierras, no
se respetan sus derechos” ha dicho. Luego ha condenado duramente a los
políticos y narcotraficantes que utilizan las tierras ancestrales para
sus fines particulares y abusan de los que allí residen.
"No va a ser fácil soñar con una patria nueva, hay gente con demasiado
poder que puede sofocarles, espero que ellos hoy escuchen a San Juan
Bautista, que tituló a esa clase de gente como raza de víboras" ha dicho
el obispo para concluir.