Denver, ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (Agencia Fides, 06/03/2017) – En la Agencia Fides seguimos recibiendo
testimonios de la situación que experimentan muchos inmigrantes sin
papeles desde que llegó a la presidencia de los EE.UU. Donald Trump.
Entre el miedo y la ansiedad, muchos niños ya no van a la escuela porque
no quieren correr el peligro de que sus padres sean expulsados o
repatriados. En las iglesias protestantes se
han organizado grupos de apoyo a los migrantes para la acogida y la
defensa de sus derechos, cuando y donde es posible. En Denver
(Colorado), por ejemplo, la First Unitarian Society, que reúne a las
iglesias cristianas y otros grupos religiosos, ha promovido la
publicación en las puertas de entrada de las iglesias, de las
indicaciones dirigidas tanto a los inmigrantes para su acogida, como a
los miembros de la Immigration and Customs Enforcement (ICE), recordando
los derechos de los migrantes, donde informan que dentro de los lugares
de culto hay personas que esperan una respuesta para el visado o la
condición de refugiado. Prácticamente estas personas se ven obligadas a
vivir en el interior de la iglesia a la espera de una respuesta de las
autoridades.
Esta situación ve involucradas también a las autoridades. A finales de
enero los alcaldes de las “Sanctuary Cities”, ciudades americanas
grandes (como Nueva York, Los Angeles y Chicago) o pequeñas (como New
Haven, Syracuse y Austin en Texas), que tienen leyes destinadas a
limitar la cooperación con las agencias federales de inmigración para la
expulsión de los migrantes indocumentados, se han pronunciado en contra
de las medidas del Presidente Trump.
En Chicago, el alcalde Rahm Emanuel, ha declarado: “Quiero ser claro,
seguiremos siendo una ‘Sanctuary City’. No hay extranjeros entre
nosotros. Ya vengas de Polonia o de Pakistán, de Irlanda o de la India o
de Israel, ya procedas de México o de Moldavia, desde donde llegó mi
abuelo, todos serán bienvenidos en Chicago”.