Ismailia, EGIPTO (Agencia Fides, 07/03/2017) – Los voluntarios locales de la Media Luna Roja
también están entre los grupos que en estos días ofrecen ayuda y
acogida a los coptos egipcios que han huido de al Arish y del norte del
Sinaí, después de la secuencia de asesinatos selectivos que en las
últimas semanas han golpeado a los miembros de esa comunidad cristiana, a
la que han definido como “la presa preferida” de los grupos yihadistas
egipcios afiliados al Estado Islámico (Daesh).
La ciudad, a la que han llegado la mayoría de los cristianos que han
huido de al Arish es Ismailia, en la orilla oeste del Canal de Suez, a
medio camino entre el Port said y Suez. En la ciudad – dicen fuentes
locales consultadas por la Agencia Fides - las secciones locales de la
Media Luna Roja también se han movilizado para asegurar que las familias
cristianas reciban un alojamiento y artículos de primera necesidad. En
las últimas horas, se ha incrementado el éxodo hacia Ismailia incluso de
clanes familiares enteros pertenecientes a tribus de musulmanes
beduinos históricamente arraigados en el norte del Sinaí, una señal de
la creciente tensión que vive esa región.
La emergencia de los cristianos coptos que han huido de al Arish y de la
región del norte del Sinaí después de la serie de siete asesinatos de
miembros de las comunidades cristianas ha provocado reacciones
significativas por parte de diferentes realidades islámicas de Egipto.
La Casa de la Fatwa (Dar al Ifta al Misryah), organismo egipcio
presidido por el Gran Mufti de Egipto y encargado de difundir
pronunciamientos para la orientación y de disolver las dudas y
controversias relativas a la aplicación de los preceptos del Corán, ha
emitido un comunicado para condenar la cadena de asesinatos, haciendo
hincapié en que la campaña orquestada por los grupos yihadistas contra
los cristianos nativos de Egipto busca explícitamente sabotear la unidad
nacional.
El portavoz de Al-Nur, el partido ultra-conservador salafista, también
ha expresado públicamente su condena de los asesinatos selectivos de los
cristianos coptos, haciendo hincapié en que “van contra las enseñanzas
del Islam”.
Cuando la secuencia de asesinatos de cristianos en el Sinaí ya había
comenzado, los afiliados al autoproclamato Estado Islámico (Daesh)
lanzaron un mensaje de vídeo en la que reivindicaban una nueva campaña
de violencia dirigida contra los coptos, definidos por los yihadistas
como “la presa favorita”. El mensaje de vídeo ensalzaba la figura de Abu
Abdullah al-Masri, el joven terrorista suicida que el 11 de diciembre
se hizo estallar en el complejo de la iglesia de Botrosiya, adyacente a
la catedral copta ortodoxa de El Cairo, matando a 29 personas.