Melilla, ESPAÑA (Agencia Fides, 10/03/2017) - Al menos 540 menores extranjeros no
acompañados viven en la ciudad autónoma española de Melilla, en la
frontera con Marruecos. De este número, al menos 100 viven en las calles
de la ciudad. Ante el desinterés de las instituciones, muchos se juegan
la vida tratando de colarse como polizones en los barcos que zarpan del
puerto melillense. Se organizan en grupos y trepan la alambrada que
separa la ciudad del puerto para tratar de esconderse en alguno de
los barcos que viajan a la península o saltan al mar y nadan hasta los
barcos que ya han zarpado.
Este fenómeno es conocido como “risky” y lo toman en consideración
muchos de los menores extranjeros no acompañados, que huyen de los
centros de acogida, como único modo para salir de Melilla y llegar a la
Europa continental. En el informe “Rechazo y Abandono. Situación de los
niños que duermen en las calles de Melilla” elaborado por la Universidad
Pontificia de Comillas, se lee que en el centro de acogida “La
Purísima” actualmente hay 322 jóvenes y niños, a pesar de que el número
de plazas es de 180, y los chicos se ven obligados a dormir en el suelo.
Según datos de otro informe, el informe Harriaga, el 92% de los menores
que viven en el centro La Purísima han declarado haber sido tratados de
forma violenta y que si van a la calle es sólo por supervivencia”.
A pesar de que la integridad de estos menores es responsabilidad de la
Concejalía de Bienestar Social y del centro La Purísima, los chicos se
encuentran con ambientes llenos de peligros y riesgos, a merced de las
mafias, los pederastas, y del abuso de drogas y alcohol. Los últimos
datos conocidos de la organización Bienvenidos Refugiados hablan de 540
menores extranjeros no acompañados en la ciudad de Melilla, aunque
advierten que se trata de datos aproximados. Según fuentes de
la Concejalía de Bienestar Social, las cifras no oficiales señalan unos
1.800 menores sin compañía llegados a la ciudad de Melilla en el 2016.