, 03/07/2017) – El Ministerio de Relaciones Exteriores de
Colombia informó de que ha recibido la prueba de vida de sor Gloria
Cecilia Narváez Argoty, la misionera colombiana secuestrada el 8 de
febrero en la localidad de Karangasso, en Malí. En
su comunicado, recogido por Fides, la Cancillería Colombiana destaca el
"enérgico rechazo y contundente condena a quienes mantienen privada de
su libertad" a la religiosa de la orden de las Hermanas Franciscanas.
El
Ministerio de Relaciones Exteriores lanza además "un llamado a la
comunidad internacional y a Naciones Unidas para que brinden todo el
apoyo y la cooperación necesaria para lograr, de forma segura, el
regreso a la libertad de la colombiana" y recuerda que, a través de la
embajada colombiana en Ghana, se están redoblando los esfuerzos para
conseguir su liberación.
Según informaciones de agencia, el primer sábado de julio, el grupo Al
Qaeda de Malí, a través de la red Telegram, publicó un vídeo donde
aparece la religiosa colombiana y otros cinco rehenes extranjeros,
secuestrados también por este grupo terrorista. Se trata de la primera
reivindicación oficial de parte de Al Qaeda del secuestro de la
misionera. El vídeo, de 16 minutos y 50 segundos, muestra a cada uno de
los secuestrados, incluida la religiosa que es identificada como Gloria
Cecilia Narváez. En la grabación, junto a la religiosa colombiana,
aparece la francesa Sophie Petronin, el sudafricano Stephen McGowan, el
australiano Elliot Kenneth Arthur, el rumano Iulian Ghergut y la suiza
Beatrice Stockly, raptados antes que la misionera. “No se han emprendido
auténticas negociaciones para salvarlos", comenta una voz en el vídeo,
que menciona al nuevo presidente francés Emmanuel Macron y que afirma
que Sophie Petronin "confía en que el nuevo presidente de Francia acuda a
su rescate".
El presidente Macron estuvo ayer en Malí con motivo de un encuentro con
jefes de estado de cinco países de la región africana del Sahel para
acordar la creación de una nueva fuerza multinacional de 5.000 soldados
para combatir a los extremistas. En los últimos años los continuos
ataques con víctimas mortales y heridos en los países anteriormente
considerados seguros han puesto en alerta a la Comunidad Internacional.