Damasco, SIRIA (Agencia Fides, 05/07/2017)- La Iglesia católica greco-melquita y otras
iglesias y comunidades eclesiales presentes en Siria han jugado un
“papel importante” a nivel internacional durante el conflicto sirio,
sobre todo, porque han contribuido a mantener el sentido de unidad y de
pertenencia nacional frente a los intentos de difusión de las “ideas
extremistas”. Así se lo ha reconocido el presidente sirio Bashar
Al-Assad al nuevo Patriarca católico greco-melquita Youssef, al que ha
recibido en Damasco junto a una delegación de obispos el pasado martes 4
de julio. El encuentro con el presidente se enmarca dentro de los actos
de toma de posesión de la sede de Damasco del nuevo Patriarca. La
agencia oficial siria SANA recoge la noticia del encuentro, asegurando
que durante los coloquios se ha celebrado el espíritu del pueblo sirio y
su capacidad de resistir juntos a “la guerra contra el terror”, en un
conflicto “cuyos efectos marcaran la suerte de todos los pueblos
de la región”.
El nuevo Patriarca de Antioquía de los greco-melquitas, Youssef Absi,
tiene 71 años y fue elegido el miércoles 21 de junio. Nacido en Damasco,
tiene también la nacionalidad estadounidense. Pertenece a la Sociedad
Misionera de San Pablo surgida en el siglo XIX en el seno de la Iglesia
católica greco-melquita con el fin de alimentar la vida espiritual de
los fieles, sobre todo, a través de la predicación y las misiones
populares. Antes de ser elegido Patriarca era arzobispo titular de Tarso
y vicario patriarcal en Damasco. Antes de que estallara el conflicto
sirio, se estima que había en el país unos 235.000 fieles católicos
greco-melquitas.