Seúl, COREA DEL SUR (Agencia Fides, 06/12/2016) - La tensión política en Corea del Sur está por las
nubes, debido a una crisis grave que ha sacudido al país desde sus
cimientos. Desde hace más de un mes, se están produciendo
manifestaciones masivas por las calles de Seúl y en otras grandes
ciudades coreanas para exigir la dimisión inmediata de la Presidente
Park Geun-hye.
La mujer, que fue elegida en 2012, está al centro de un escándalo y de
una protesta popular masiva por su controvertida relación con Choi
Soon-sil, la hija de un líder de una religión chamánica. Según las
últimas noticias, en los últimos años la política nacional y las
decisiones decisivas de la nación han estado pilotadas por rituales
chamánicos.
La Presidente ha sido manipulada por la santona Choi Soon-sil que ha
utilizado su influencia para controlar los asuntos de estado (accediendo
a documentos confidenciales) y al mismo tiempo para enriquecerse,
pilotando contribuciones de grandes grupos industriales a fundaciones
controlados por ella. La mujer se encuentra bajo arresto por fraude y
abuso de poder.
Después de más de un mes de manifestaciones, el Parlamento de Corea del
Sur se prepara para votar el próximo 9 de diciembre, una moción de
destitución de la presidente que, según las encuestas, tiene un consenso
popular que se ha derrumbado al 4%, arrastrando con ella al partido
conservador Saenuri, al que pertenece. Frente a este movimiento, la Park
ha declarado su voluntad de dimitir antes de abril del 2017, año en que
están previstas las elecciones presidenciales (diciembre 2017).
En las grandes manifestaciones en las calles, que han involucrado a
millones de personas, los fieles católicos también estaban presentes,
participando en todas las diócesis.
“La presidente ha demostrado ser inadecuada e incapaz de gobernar. Ella
no ha sido capaz de dar una dirección al país. La solicitud de renuncia
es bastante aceptable, por el bien de la nación”, dice a la Agencia
Fides el Obispo Peter Kang, que conduce la diócesis de Cheju. En la
misma diócesis, la Comisión de Justicia y Paz ha organizado una
manifestación contra la Park por fracasar en la administración del bien
de la nación.
En los últimos días, durante una misa, el obispo auxiliar de Gwangju,
Simon Ok Hyun-jin, invitó a los fieles a participar en las
manifestaciones pacíficas, mientras que el obispo Vincent Ri Pyung-ho,
en una misa en la diócesis de Jeonju, ha pedido que se "restaure la
auténtica democracia”, señalando que “toda la población de cada estrato
social pide su dimisión”. Iniciativas similares se han celebrado en las diócesis de Daejeon y Masan, Seul, Uijeongbu y Suwon.