Yakarta, INDONESIA (Agencia Fides, 13/12/2016) - Los obispos indonesios han pedido oficialmente
al gobierno una moratoria sobre la pena de muerte. Según lo referido a
la Agencia Fides por el p. Paulus Christian Siswantoko, secretario
ejecutivo de la Comisión para la Justicia, la Paz y la Pastoral de
migrantes de la Conferencia episcopal católica la de Indonesia, en la
carta enviada por el ejecutivo se lee que “es oportuno que el gobierno
evalué atentamente la actuación de la pena de muerte, con el fin de
conocer el impacto de las ejecuciones capitales, y garantizar que las
ejecuciones tengan realmente el efecto que se trata de obtener que es
detener la criminalidad”. En un coloquio con la Agencia Fides, el p.
Siswantoko ha reiterado que la iglesia católica ha solicitado más de una
vez esta moratoria “pero hasta ahora el gobierno nunca ha escuchado las
voces de quienes rechazan la pena capital”.
En una reciente conferencia sobre el tema “Derecho a la vida y pena de
muerte en la teología de las religiones”, el p. Siswantoko ha afirmado
que “la Iglesia Católica todavía alberga esperanzas de una moratoria
sobre la pena de muerte”, citando las razones religiosas pero también
las civiles.
De hecho, según el sacerdote, los católicos rechazan la pena de muerte
por respeto fundamental hacia la vida, como lo explica la Encíclica
Evangelium Vitae de 1995, de Juan Pablo II. Por otra parte “la pena de
muerte es contraria a la Pancasila (la carta de los cinco principios
subyacentes del estado) y a la Constitución de Indonesia, que afirman la
protección de la vida y de los derechos humanos fundamentales”. “Por
otro lado se ha demostrado que la pena de muerte no reduce el crimen”. A
partir de 2015 han sido ejecutados en Indonesia decenas de presos por
delitos de drogas: “¿se ha producido un impacto significativo o efectos
disuasivos reales?” se pregunta el sacerdote, señalando que la
propagación de las drogas es un fenómeno nacional.
Entre los otros conferenciantes, Gomar Gultom, representante de la
“Comunión de las iglesias en Indonesia” ha confirmado la visión según
la cual “la pena capital non tiene ningún efecto a la hora de disminuir
la delincuencia y no es un instrumento ético”. La profesora musulmana
Siti Musdah Mulia, docente de la universidad islámica “Syarif
Hidayatullah” y secretaria general de la Conferencia indonesia de le
“Religiones por la Paz” ha recordado que el Islam enseña los principios
del respeto humano y la tutela de actos de discriminación, explotación y
violencia. “La pena de muerte es incompatible con las enseñanzas
religiosas y las creencias que veneran la importancia de la vida,
preservándola como la mayor bendición de Dios creador. El Islam enseña
la dignidad de los seres humanos como los seres más perfectos de Dios.
La pena de muerte es una afrenta a la grandeza y a la omnipotencia de
Dios”. Por último, ha dicho “la pena de muerte es
incompatible con los valores de la democracia y los principios de los
derechos humanos”.