Yakarta, INDONESIA (Agencia Fides, 14/12/2016) - El gobernador cristiano de Yakarta ha
derramado lagrimas al leer la declaración del tribunal, en la primera
audiencia del proceso en el que está acusado de blasfemia. El proceso
continuará con la próxima audiencia el 20 de diciembre, cuando los
fiscales responderán a las declaraciones emitidas por él.
“Estoy muy triste por haber sido acusado de insultar al Islam, porque
significa que he difamado a mis padres adoptivos musulmanes, así como a
mis hermanos y hermanas a quienes amo mucho”, ha declarado el gobernador
Basuki Tjahaja Purnama “Ahok”, visiblemente emocionado durante la
audiencia celebrada ante el Tribunal del distrito de Yakarta Norte, en
el día de ayer 13 de diciembre. “Ahok” está en las listas como candidato
para las próximas elecciones para Gobernador que se celebrarán el 15 de
febrero de 2017.
Ahok ha dicho a los jueces que no tenía intención de insultar a los
eruditos musulmanes o ulemas y nunca querría ofender al Islam, porque
siempre ha tenido una relación armoniosa con los musulmanes desde su
infancia, asistiendo a las escuelas musulmanas y frecuentando amigos
musulmanes a los que considera “su propia familia”.
El hombre recordando que sus padres adoptivos son musulmanes, ha añadido
que su hermano, un musulmán, pagó su cuota de inscripción para obtener
el título universitario. “Ser acusado de insultar al Islam, para mí
significa ser acusado de difamar a mi familia musulmana” ha dicho Ahok
entre lágrimas.
El gobernador también ha mencionado los diversos programas que ha
promovido, en su vida política, a favor de los musulmanes, implementados
bajo su dirección como gobernador de Yakarta, cargo que asumió como
sucesor de Joko Widodo, de quién fue diputado, cuando este fue elegido
presidente de la nación. Durante su mandato, Ahok ha hecho construir
varias mezquitas en toda la capital, concediendo a los empleados de las
mezquitas vivienda de bajo costo y días especiales de permiso con el fin
de hacer la peregrinación a la Meca; también durante el mes de Ramadán
(ayuno musulmán), ha permitido siempre a todos los musulmanes que
trabajan en las oficinas públicas volver a casa antes para poder comer y
rezar con sus familias.
Ahok ha explicado a los jueces que las palabras pronunciadas el 27 de
septiembre pasado no eran un vilipendio al Corán: “No tenia la intención
de interpretar erróneamente la Sura 51 Al Maidah ni de cometer
blasfemia. En mi declaración, hice referencia a algunos políticos que
habían abusado de ese texto, con una competencia desleal en vista de las
próximas elecciones autonómicas”.
Durante su juicio, transmitido en vivo por televisión, cientos de
miembros de grupos islámicos se han reunido fuera del tribunal pidiendo
la detención contra Ahok. En otras zonas de la capital, algunos
partidarios del gobernador se han reunido para rezar, en asambleas
controlada por la policía.
El p. Benny Susetyo, secretario del Consejo nacional del “Setara
Intitute para la democracia y la paz” ha dicho a la Agencia Fides que el
proceso contra Ahok “es una prueba para la democracia de Indonesia:
representa un test para saber si la Constitución se puede aplicar o si
es derrotada por las presiones de la opinión pública. También es un test
para las fuerzas del orden, llamadas a hacer respetar la Constitución”.