Irapuato, MÉXICO (Agencia Fides, 12/12/2016) – Es urgente que la policía municipal y estatal
de todo el país se fortalezca, para que poco a poco los militares
regresen a los cuarteles, ya que llevan 10 años siendo llamados a
combatir de forma extraordinaria contra el narcotráfico. Lo ha afirmado
el obispo de la diócesis de Irapuato, Su Exc. Mons. Jose de Jesús
Martinez Zepeda, después de la celebración dominical de ayer. Han pasado
10 años desde que el Ejército Mexicano fue sacado a las calles para
luchar contra crimen organizado y ese tiempo debía servir para hacer más
profesionales a la policía, recordando que los militares no tienen un
marco jurídico que les permita actuar cabalmente contra la delincuencia.
"En ese momento no se sabía como hacer para afrontar el crimen
organizado – ha dicho el obispo al finalizar la misa -. Es como cuando
se quema una casa, uno no dice ‘vamos a hacer un plan contra el fuego’,
pues se quemaría la casa y todo el barrio mientras hacemos planes contra
el fuego. Aquella era una realidad, pero ciertamente no se puede estar
apagando el fuego durante 10 años”. El obispo también ha solicitado una
mayor participación de los ciudadanos en los problemas sociales, porque
es de vital importancia para combatir la criminalidad.
“El Ejército no debe hacer la tarea de la policía, por lo tanto esta
última se debe fortalecer, pero también hay que transformar a la
sociedad, porque no podemos seguir siendo un grupo de delincuentes, de
gente que se droga, fumadores de todo tipo de sustancias, marihuana,
cocaína y luego pedir protección... Tenemos que prevenir”.
Por último el obispo de Irapuato ha señalado que aunque podrían estar
fallando algunas estrategias de seguridad, también está fallando la
sociedad porque espera que el cambio provenga de los gobiernos, cuando
también la ciudadanía debe cooperar.