CIUDAD DEL VATICANO, 11 de noviembre 2015
(VIS).- Las Academias Pontificias celebraron ayer su XXI Sesión Pública
organizada por el Pontificio Consejo para la Cultura que coordina esas
instituciones. El tema de la sesión este año ha sido: ''Ad limina Petri.
Huellas monumentales de la peregrinación en los primeros siglos del
cristianismo''. En el curso del evento, el Cardenal Secretario de
Estado, Pietro Parolin, entregó el Premio de las Academias Pontificias
otorgado por el Santo Padre a los jóvenes expertos, artistas o
instituciones que se han distinguido a lo largo del año en la promoción
del humanismo cristiano.
El
Papa FRANCISCO envío a los participantes un mensaje en el que recuerda
que en la bula de convocación del Jubileo de la Misericordia,
Misericordiae Vultus, subrayaba la importancia de la peregrinación como
signo distintivo del Año Santo porque ''es el icono del camino que cada
persona hace en su vida. La vida es una peregrinación y el ser humano es
viator, un peregrino que recorre un camino hasta la meta deseada.
También para llegar a la Puerta Santa en Roma y en cualquier otro lugar,
cada uno tendrá que ir, según sus propias fuerzas en peregrinación.
Será un signo de que también la misericordia es una meta por alcanzar y
que requiere compromiso y sacrificio. La peregrinación, por lo tanto,
sea un incentivo para la conversión: atravesando la Puerta Santa nos
dejaremos abrazar por la misericordia de Dios y nos comprometeremos en
ser misericordiosos con los demás como el Padre lo es con nosotros''.
Después,
refiriéndose al tema de la Sesión, señala que ya desde los primeros
siglos de la era cristiana los itinerarios de los peregrinos, tanto
eclesiásticos como seculares, están bien documentados por varias
fuentes, ''incluyendo los graffiti dejados en los lugares de visita, al
lado de las tumbas de los mártires. De esos testimonios surge la fe
genuina y generosa del que emprende el viaje, con gran valentía y
también con muchos sacrificios, para encontrar, todavía más, para tocar
con sus manos, los testimonios de la fe y sus recuerdos, para conseguir
así nuevo entusiasmo y fuerza interior para vivir su fe cada vez con más
profundidad y más coherencia''.
''La
peregrinación - como demuestran los que han recorrido a pie algunos
tramos de las antiguas rutas, oportunamente redescubiertas y propuestas
en nuestros días - es también una experiencia de misericordia, de
compartición y solidaridad con los que recorren el mismo camino, así
como de acogida y de generosidad por parte de quien alberga y ayuda a
los forasteros. Entre las obras de misericordia corporales que quise
proponer como uno de los signos que caracterizan el Año Santo, destaca
precisamente la de acoger al peregrino. ¡Que la mirada a la antigüedad
cristiana y a las huellas dejadas por los peregrinos nos recuerden el
compromiso de la acogida y la compartición que, en la experiencia de la
peregrinación, se hace itinerario consciente de conversión y alegre
práctica diaria!''.
Por
último el Papa anuncia el nombre de los galardonados este año con un
premio que ''brinda una valiosa aportación a la investigación
arqueológica y relativa al culto de los mártires''. Los ganadores son ex
aequo la Asociación Portuguesa Campo Arqueológico de Mértola, cuyo
referente es el profesor Virgilio Lopes, por las campañas arqueológicas
llevadas a cabo en los últimos años y por sus logros sobresalientes y
Mateo Braconi por su excelente tesis doctoral "El mosaico del ábside de
la Basílica de Santa Pudenziana en Roma. La historia, la restauración,
las interpretaciones", discutida en la Universidad de Roma Tres.
Como
una señal de aliento para la investigación histórica en el ámbito
religioso, el Papa otorga la Medalla del Pontificado a la española
Almudena Alba López por su publicación ''Teología política y polémica
antiarriana'' ( Universidad de Salamanca).